Por: Pablo Arroyo Acero.
En el Perú los niños y jóvenes son albergados por más de 10 años en las escuelas y colegios públicos y privados en 53 mil colegios de Educación Básica Regular (inicial, primaria, y secundaria)siendo 13,580 colegios privados. El 98% están en las zonas urbanas y el 2% en rurales. El año 2019, seis millones de estudiantes iniciaron el año escolar y dos millones en colegios particulares según el Ministerio de Educación (MINEDU)
Según el censo escolar del 2015 egresan cada año de los colegios unos 400 mil alumnos. Este universo de jóvenes salen a las calles en busca de un futuro promisor, algunos a estudiar una carrera profesional, otros a trabajar. Según estadísticas solo 40mil jóvenes logran alcanzar un empleo en el sector formal como: obreros, servicio de limpieza,seguridad y otros, pero mal remunerados y sin contrato formal de trabajo.El resto de jóvenes para sobrevivir, se crean autoempleo en el sector informal "comercio ambulatorio" como emprendedores acusiosos con talento propio.
El principal problema que tiene el Perú, es que no hay escuelas de formación técnica y vocacional, comercial en el sistema de educación pública secundaria o existen pocas en peligro de extinción. Estos jóvenes al terminar el colegio, salen de las aulas sin ninguna formación técnica que les permita abrirse campo en la sociedad y puedan explayar toda su potencial para el trabajo, y lamentablemente solo tienen para vender sus fuerzas, su juventud y son aprovechados a veces por empresarios negreros como mano de obra barata.
En el Perú, aún existen numerosas familias en estado de pobreza, con hogares desintegrados y excesiva carga familiar, y es difícil que jóvenes de estos hogares puedan estudiar en alguna universidad o instituto de educación superior del Estado o privado.
Existen 140 universidades a nivel nacional, la gran mayoría 64% son privadas y cada año egresan miles de profesionales y el mercado laboral es muy escaso, quedando desempleados y entonces se dice: que el Perú está lleno de taxistas profesionales con el título bajo el brazo.
El Perú el 2021 ingresará al Bicentenario de la Independencia del Perú, conmemorando los 200 años de su proclamación y esperamos que el próximo gobierno que asuma el poder pueda implantar una reforma en la educación escolar tradicional para los jóvenes del milenio de acuerdo a nuestra realidad, para disminuir la pobreza y el desempleo. En el Proyecto Educativo Nacional, deberían complementar con la educación técnica y vocacional, comercial en los colegios públicos, como existían en la década de los 60, 70 y 80 con la formación de técnicos de mandos medios en: carpintería, electricidad, plomeros, refrigeración, joyería, textil, secretariado comercial, auxiliar de contabilidad, computación y otros que estén alineados con la demanda de las empresas y los sectores productivos. De esta manera los jóvenes egresados de los colegios saldrán al mercado laboral capacitado con un diploma en la mano reconocida por el (MINEDU) y podrán generarse autoempleo remunerado o empleo asalariado.
En la actualidad aún existen colegios públicos con infraestructura propia con talleres implementados para la formación técnica pero en estado de abandono, cubiertos de polvo y óxido que fueron clausurados por cambios en la política educacional en el Perú.
Si no se hace estás reformas en la educación , seguiremos viendo a los jóvenes en las calles desempleados que cuando se casen y tengan familia serán estos los que saldrán a las calles en las marchas de protesta, causando alborotos, quejándose por el costo de vida; queriendo salir de la precariedad y exclusión en la que se encuentran ....mientras los políticos de siempre seguirán gritando que ¡los jóvenes son el futuro del Perú!
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