jueves, 5 de septiembre de 2019

LOS PERUANOS Y SU TRADICIÓN ANTIPARLAMENTARIA


Por: Pablo Arroyo Acero.

La mayoría de los peruanos, según nuestra historia republicana en democracia, siempre actuó pegado al “antiparlamentarismo” y por A o B motivos, no creen en el Congreso de la República y repudian a los congresistas. Este año, con algarabía, aprobaron vía referéndum la NO reelección de congresistas sean malos o buenos parlamentarios.
De esto se aprovechan algunos gobernantes “populistas” para cuestionar y pechar al Congreso y ganar popularidad. También aprovechan la coyuntura los políticos de la ultra izquierda, antisistema, para debilitar al parlamento y socavar nuestra democracia incipiente con el sueño de implantar su ideología de la dictadura comunista si fueran ellos gobierno.

Haciendo un recordaris del Congreso de la Republica en las últimas décadas, podríamos citar lo siguiente: en el gobierno del Alberto Fujimori, el 5 de abril de 1992 DISOLVIO el Congreso y neutralizo a sus opositores políticos y el 82% de los peruanos apoyó esta medida con aplausos y vivas por las calles. Luego, según la encuestadora IPSOS APOYO, al final del gobierno de Alejandro Toledo en diciembre del 2005, la desaprobación del Congreso llegó al 91%. Y en el segundo gobierno de Alan García, según encuesta realizada en febrero del 2009, el Congreso solo tenía una aprobación del 15%.
En el actual gobierno de Martin Vizcarra, según encuesta del 2019 el 71% de los peruanos desaprueban la gestión del congreso y solo el 17% la aprueban. De manera que la desaprobación más alta que ha tenido el Congreso en los últimos años fue durante el gobierno de Alejandro Toledo con el 91% de desaprobación siendo Marcial Ayaipoma el presidente del Congreso. En ese entonces, nadie dijo: “cierren el Congreso”

El presidente Martin Vizcarra, anuncio el 28 de julio en su mensaje a la nación por Fiestas Patrias, la presentación de un Proyecto de Ley de Reforma Constitucional para adelantar las elecciones generales del 2021 al 2020. El proyecto propone el recorte del mandato presidencial, la primera vicepresidente Mercedes Araoz, el recorte de los congresistas y los representantes ante el Parlamento Andino hasta Julio 2020. Varios líderes políticos del Congreso de la República, se pronunciaron indicando que el recorte de sus funciones es “anticonstitucional” y no procede y declaran que el Congreso defenderá el mandato de la Constitución Política del Estado, ante el cual juraron al inicio de sus funciones y prometieron defenderla claro con excepción de los congresistas de la ultra izquierda que apoyan estas medidas antidemocráticas para buscar ganarse popularidad.

El Perú se encuentra en una incertidumbre frente al conflicto del ejecutivo y el legislativo y si finalmente Vizcarra se impone y adelanta las elecciones “la cura podría ser más caro que la enfermedad” podría ocurrir un caos político social, con desmedro del crecimiento económico del país.
Es sabido que para que el gobierno promueva la inversión extranjera, es necesario que el Perú demuestre estabilidad económica, política y social. Mientras tanto, ya aparecen los nuevos candidatos a la presidencia y candidatos “novatos” al Congreso, sobre todo los de la farándula limeña que por cierto gozan de popularidad. Entonces, me pregunto: ¿Qué garantiza que el próximo Congreso sea mejor que el que se va con apuro? En el futuro, cuando los peruanos hagan su nueva catarsis, ¿nuevamente pedirán el cierre del Congreso?

Es cierto, que, según las encuestas, el pueblo en su mayoría respalda el adelanto de elecciones con el cierre del Congreso, dicen que el pueblo es soberano, pero recuerdo que un ex presidente argentino dijo: también hay que educar al soberano.

miércoles, 24 de abril de 2019

MUERTE ANUNCIADA DE ALAN GARCIA


Por: Pablo Arroyo Acero

Días antes a la muerte del quien en vida fuera dos veces presidente constitucional del Perú: Alan García Pérez, ya denotaba un rostro estresado, avejentado, angustia y tristeza  reflejaba los últimos días. Es que el sufría muchas noches de insomnio por la incertidumbre al proceso judicial que afrontaba por más de 30 años. Sabría que para él no habría justicia en el Perú. Muchos años lo investigaron y nunca pudieron probarlo nada más que sus especulaciones y frustraciones de sus enemigos, solo se ensañaron en una VENDETTA política planificada por diferentes gobiernos de turno promovido por los caviares y la ultra izquierda comunista, detractores acérrimos que soñaban con verlo en prisión para satisfacer su odio enfermizo.

Diversos medios de comunicación hablado y escrito, haciendo uso de su libertinaje en la expresión y utilizando la mentira y la engañifa publicaban en sus portadas durante años, calumnias, insultos, vejámenes contra el presidente García. Entonces el ciudadano de a pie que solo acostumbra a leer las portadas de los diarios colgados en los Quioscos, leía con asombro los titulares y lo asumía como cierto; y esto día a día fue impregnándose como sanguijuela en el subconsciente del ciudadano común acumulando odio y rencor, reclamando por las calles linchamiento y cárcel para el presidente García, era lo mismo lo que la prensa los inducia a creer.

Según su secretario personal (Ricardo Pineda), Alan García no leía los periódicos hace más de dos años, ni veía las noticias en la TV, se había alejado del bullicio de la prensa contra él, incluso hace tres meses había escrito una carta de despedida (La Razón de mi Acto) entregado en sobre cerrado y lacrado a su secretario personal solo para ser entregado a su familia en su momento oportuno. La mañana del 17 de abril, se presentó a su domicilio un fiscal con una orden de detención preliminar por diez días para el presidente García, acto repudiado por el mismo al no ser respetado la presunción de inocencia y no existir una sentencia judicial. Entonces, él no iba permitir que lo exhiban como un trofeo de guerra, en una jaula enmarrocado y puesto el chaleco para detenidos; exponiéndolo a la humillación pública, al goce y algarabía de sus detractores. Y en algún momento empuñando su arma (Colt) decidió darse un tiro en la cabeza dando fin a su vida, acto que lo hizo en defensa de su honor e impulsado por su ego.

El Perú perdió a uno de los mejores políticos intelectuales de estos tiempos. Uno de los mejores oradores de Indoamérica y del mundo, con un gran bagaje intelectual y una mente prodigiosa. Era un libro abierto, formado políticamente en el viejo partido de Víctor Raúl Haya de la Torre (APRA) murió a un mes de cumplir los setenta años, pero no lograron quebrar su orgullo aprista. Hoy se encuentra en viaje a las estrellas, al reencuentro con su maestro ¡Haya de la Torre!