LA LEY GENERAL DE TRABAJO

Por: Pablo Arroyo Acero ( 01/06/2007)

El Congreso debatirá estos próximos días la “Nueva Ley General del Trabajo”. Aprobada por mayoría en la Comisión de Trabajo que preside Aldo Estrada Choque. Esta Ley tiene como fin promover la seguridad en el empleo y sus derechos laborales ante el abuso de los services y las diferentes modalidades de Contratos laborales leoninos. Es necesario y urgente su aprobación para el beneficio de millones de trabajadores que laboran para el sector público y privado bajo el sistema no personal (snp) que data desde el fujimorismo, sin estabilidad laboral, seguro social, vacaciones incompletas, ni sindicato lo que es peor aún sin generar una pensión para la vejez. Sufren del despido “Libre” sin causa o arbitrario, aprovechándose de esto algunos funcionarios corruptos utilizan el chantaje sexual en las mujeres con el fin de que estas conserven sus puestos de trabajo. Miles de enfermeras y otros profesionales de la salud, trabajan por años en los Hospitales del estado sin estar en planilla, sin ningún beneficio laboral, se les pagan con recibos por honorarios profesionales. Están prohibidos de enfermarse de suceder eso y con el sueldo de 700 soles sería sólo para los gastos de atención médica.¿ entonces de que vivirían? más aún si tienen carga familiar. Es por ello la fuga de estos profesionales al extranjero. Me viene a la memoria el discurso del congresista Mauricio Mulder actual Secretario General del APRA, “Cuando un trabajador tiene estabilidad laboral, tiene estabilidad emocional, entonces puede proyectarse a comprar un terreno, una casa o algún artefacto eléctrico, o empezar una carrera profesional. Pero cuando ésta no la tiene, su situación laboral es incierta porque no sabe si hoy estará y mañana ya no”. Cierto es que la inseguridad en el empleo ha traído como resultado sólo mano de obra barato y precaria, abusos y no trabajo productivo como bien afirma el congresista Luis Negreiros, tenaz defensor de esta propuesta de Ley. Existe en el Perú una cultura del empresario explotador negrero que creen estar en el siglo XIX, actúan como lo ocurrido con los trabajadores de las cadenas de los supermercados Won, Metro, Eco. Que los obligan a trabajar de pie durante 10 horas, sin sentarse con vigilancia contínua, con un sueldo mínimo, sin reconocer las horas extras totales, obligados a adquirir productos que venden las empresas, haciéndoles responsables por la pérdida o robo de algún objeto, cuando es responsabilidad de la empresa asumir esa pérdida. Otros empresarios como el caso de” Miraflores Colon Hotel, obligan a los jóvenes al trabajo de 12 horas diarios con el pago de dos soles por cada hora extra, con una hora de refrigerio pagadas por el trabajador. Si se pierde una cajetilla de cigarrillos en un turno de cuatro trabajadores se les descuenta 10 soles a cada uno recuperando en demasía su valor. Estos millones de jóvenes que trabajan bajo esta modalidad de contrato (snp) ¿Me pregunto? ¿Cuál sería su futuro? Quienes no tiene la suerte de tener a sus padres quien los solvente una profesión. Entonces recurren a laborar con el deseo de forjarse alguna profesión, pero con empresarios negreros se ven frustrados de estudiar. Entonces de seguir así en 5 años sólo tendríamos nuevos padres de familia y 5 años más tarde ellos son los que saldrán a las calles en las marchas de protestas, mientras otros países se preocupan de preparar y capacitar a su juventud para entrar en un Mundo Comercial Competitivo. Hoy estos empresarios son los que están con la pataleta dando gritos al cielo, dicen que quebrarían sus empresas al poner en planilla a sus trabajadores y pagar sus beneficios laborales. Lo cierto es que la mayoría de ellos no les conviene ingresar a la formalidad ¡claro! para infringir las normas laborales y sobre todo evadir impuestos. En estos tiempos tanto el capitalismo como la mano de obra, tienen la misma importancia de manera que esperemos que esta nueva Ley de Trabajo en debate, obtenga el equilibrio requerido pero sobre todo respetando los principios básicos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) de lo contrario continuarían los abusos de explotación laboral, y fuga de profesionales al extranjero y de aprobarse el (TLC) sólo beneficiaría a un puñado de empresarios.