APRENDAMOS A CONVIVIR CON EL CORONAVIRUS

Por: Pablo Arroyo Acero.

El viernes último, y durante el día 54 de emergencia nacional, el presidente Martín Vizcarra anunció la prórroga de la cuarentena por quince días más, hasta el domingo 24 de mayo, y la ampliación del horario de inmovilización social obligatoria, el cual ahora regirá desde las 8 de la noche, salvo en algunas ciudades como: Loreto, Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad en donde se mantendrá la restricción desde las 4 de la tarde.

Sin embargo, el Ejecutivo emitió un decreto supremo que aprueban el reinicio de 27 actividades económicas de forma progresiva en cuatro fases de forma gradual cada mes y para setiembre del presente año indican que la economía del país ya estaría funcionando al 90 %.

La Fase I comenzaría a partir desde este lunes 11 de mayo con algunas empresas del rubro de: Industria, Minería, Construcción, restaurantes, comercio y algunos servicios de turismo de forma limitada estableciéndose se cumpla un protocolo sanitario sectoriales. Expertos científicos opinan que la cuarentena ya no es una solución adecuada para afrontar al Coronavirus, porque sus graves consecuencias tienen un gran impacto social - económico en la población en comparación con lo que genera la enfermedad. El desempleo masivo, el estrés, el aumento de la violencia familiar, los problemas de salud mental que ocasiona el aislamiento domiciliario hacen que la mayoría ya no soportan más la cuarentena.

En esta pandemia viajamos en diferentes barcos, para algunos, la cuarentena es óptima, momentos de reflexión, con una solvencia económica que pueden darse el gusto de comer y tomar lo que quieran, unas vacaciones forzadas con sueldos asegurados, un tiempo de descanso. Para otros, es una crisis desesperante, angustia y preocupación de cómo van a pagar sus deudas, o si tendrán para comprar el pan el fin de semana. Muchos quieren trabajar porque se les acabo el dinero y otros quieren matar por romper la cuarentena. Las necesidades son distintas y cada cual saldrá a su manera de esta tempestad porque no están en el mismo barco.

Nos dicen que el virus no puede desarrollarse en un cuerpo con anticuerpos fortalecidos, bien alimentados; las defensas de estos son más fuertes y el virus no podrá desarrollarse y el cuerpo puede vencerlo como ocurre en la actualidad donde miles de peruanos infectados ya sanaron y fueron dados de alta médica, incluso mayores de 90 años. De manera que recomiendan que se fueran quitando poco a poco las medidas de cuarentena y que se hagan un test periódico al personal médico y asistencial como una manera de proteger a los más vulnerables.

El peruano no tiene una cultura colectivista como lo tiene Japón, para muchos el distanciamiento social, higiene y comportamiento individual no lo practican pues ahora solo los que cumplan con las medidas sanitarias de higiene y seguridad evitarán el contagio del Covid-19. El gobierno y las autoridades ya quedaron imposibilitados de hacerla cumplir restringiendo su participación, ahora la responsabilidad será de cada uno.

El Perú no puede continuar paralizado por más tiempo porque se podría quebrantar su economía, y con graves consecuencias; tenemos que aprender a convivir con el Coronavirus hasta que aparezca la vacuna. Este virus llegó para no irse, y mientras no exista vacuna o algún tratamiento eficaz, tendremos que continuar con nuestra rutina diaria, aunque será muy diferente a lo acostumbrado, cumpliendo rigurosamente las medidas sanitarias de higiene y distanciamiento social, seguro con mucho miedo porque no olvidaremos lo pasado y el miedo lo llevaremos por mucho tiempo y en el futuro sufrirán de depresión post traumático, pero el peruano es fuerte y emprendedor y de seguro saldremos de esta pandemia. ¡Fuerza Perú!