Por: Pablo Arroyo Acero
Publicada:
Revista SINTESIS –
CONACO
El Congresista
Mesías Guevara Amasifuen, de Alianza Parlamentaria, propuso el proyecto de ley
802/2011 “Ley de Bodegas” siendo aprobada por mayoría por la Comisión de
Producción, Micro y Pequeña Empresa y Cooperativas. Esta norma tiene como fin, que
el Estado promueva el desarrollo de las
bodegas a través de los gobiernos locales, en cuanto a micro y pequeño negocio
al servicio de sus zonas de influencia, aplicando normas de simplificación
administrativas, concertando con entidades públicas y privadas la ejecución de
programas de capacitación con técnicas modernas
del uso de software para el manejo de su
stock, precios, ventas, créditos y otros para que su negocio sea
sostenible, rentable y sigan creciendo
sin “morir en el camino” También contempla la ley, crear un seguro contra
robos. Los gobiernos locales, propiciaran ante las compañías de seguros, la
celebración de convenios de aseguramiento colectivo de bodegas contra robos en
la modalidad de asaltos. Promueve la organización de “bolsas de compra para
bodegas” para ayudar a rentabilizar el capital invertido por los dueños y el
otorgamiento de créditos mediante el Banco de la Nación para obtener el
financiamiento oportuno. Los propietarios y conductores de bodegas tendrán derecho de afiliarse al Sistema de Seguridad
Social en Salud – ESSALUD. Tiene como disposición final y transitoria la ley,
la declaración del “Día del Bodeguero” el 21 de Agosto de cada año, como un
homenaje y reconocimiento a estos peruanos que generan su propio empleo y
atienden las necesidades de las personas y de la sociedad. Existen cerca de 270,000 bodegas a nivel nacional. Lima
tiene cerca de 70,000 bodegas y concentra el mayor de estos pequeños negocios
con ganancias mínimas. El Censo de
Establecimientos Comerciales (CENCO) indica que existen en promedio 3,5
negocios por manzana. Sin embargo, en estas últimas décadas, gracias a las
ventajas del crecimiento económico y las perspectivas favorables de la economía
que vive el país, aparecieron grandes supermercados
privados a nivel nacional como: Wong, Metro, Plaza Vea y otros, aniquilando progresivamente
de su entorno demográfico de acción, a las pequeñas tiendas de abarrotes (negocios
familiar) Este comercio de libre servicio, motivó
un cambio drástico en el consumidor o
cliente, porque el cliente que visitaba una bodeguita cuyo dueño era un
comerciante independiente, se hallaba seguro de un trato personal, su compra le
daba cierto sentimiento de importancia y dignidad, su adquisición era algo
importante para el dueño, se le recibía
como una persona que significaba algo para el comerciante ¡Es muy
distinta ahora la relación del cliente
con las grandes súper mercados, locales de construcción moderna, la abundancia
de las mercaderías expuestas al auto servicio, la cantidad de empleados existentes
ejercen sobre el cliente una profunda expresión, le hace sentirse pequeño, sin
importancia y como persona no ofrece interés alguno al centro comercial. Nadie
se alegra por su visita, nadie que se preocupe personalmente por sus deseos. El
acto de comprar se vuelve análoga, frio, seleccionas tus productos y pasas por
la caja registradora. Me parece importante esta “Ley de Bodegas” cuyo fin es
adecuarlos a nuevas exigencias, para que desarrollen una actividad económica
competitiva, frente al avance avasallador de los supermercados.